Arquitectura y crisis

“Los elementos actuales de la arquitectura ya no responden a nuestras necesidades”. Empezamos este artículo de arquitectura y crisis citando a Le Corbusier. Este auguraba un cambio en el pensamiento arquitectónico de los años 20 y, junto con los demás artículos que configuraban Vers une architecture, fueron una de las obras que más influyeron en el desarrollo de la arquitectura moderna. Se renovó la arquitectura y se eliminaron los ornamentos y las composiciones clásicas simplificando las formas. Esta transformación fue necesaria debido al cambio de la sociedad.

Actualmente nos encontramos en una situación parecida, las necesidades arquitectónicas actuales no coinciden con las necesidades humanas. Situación sorprendente, puesto que las necesidades humanas condicionan la arquitectura.

Asimismo nos encontramos en un periodo de crisis que, como cualquier otra, representa un cambio sujeto a una evolución y una oportunidad para replantearnos la manera de hacer las cosas y desligarnos de la arquitectura contemporánea para permitirnos recuperar las necesidades originales de la arquitectura.

Esta ha existido desde el inicio de los tiempos. Cuando nuestros antepasados escogían una cueva para guarecerse hacían arquitectura, cuando se cobijaban de la lluvia bajo un árbol… también hacían arquitectura. Y estos son los conceptos originales de la arquitectura: garantizar el bienestar de los seres humanos.

Esta premisa, asegurar el bienestar de los seres humanos, es variable e influyen factores como el tiempo, la religión, el estrato social, la ubicación geográfica…

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Así, por ejemplo, cuando Le Corbusier realizó el estudio para componer su Modulor*, partió de una estatura base de 1,75 m. como valor medio pero, al aplicar el sistema en los EE.UU., la media de estatura era de 5 centímetros más (1,80 m.), por lo que una “máquina de habitar” proyectada para un francés y para un estadounidense ni es ni debe partir del mismo concepto porque sus habitantes son distintos. Sus variables externas condicionan su bienestar. Sus necesidades son otras.

No necesitamos defendernos del enemigo con castillos, no necesitamos aparentar para ascender en la escala social y tampoco lámparas de araña, no tenemos las prisas de la postguerra por edificar rápido y tampoco viviendas mal construidas…. Necesitamos una arquitectura que cubra las necesidades básicas, queremos vivir en una habitación donde entre el sol, en espacios luminosos y agradables, en contacto con la naturaleza…

Y esta crisis nos brinda la oportunidad para hacerlo. Arquitectura y crisis.

*El Modulor: Sistema de medidas concebido a partir de la serie de Fibonacci que pretende servir como medida base en la arquitectura.

Entrevista a Eduardo Cadaval “Arquitectura en crisis”

 

 

Comments

  • Alfredo

    Muy interesante el artículo! me gusta vuestro punto de vista. A ver si aprovechamos esta oportunidad.
    Saludos

    • BZ arquitectura BZ arquitectura

      Gracias por el comentario Alfredo! Al fin y al cabo, creemos que un arquitecto debe estar al servicio de la sociedad.

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