Renders, a menudo un poco idealizados, son necesarios para tratar de vender la idea de un diseño a un cliente, en cuyo caso un poco de margen de maniobra artística es un mal necesario. Sin embargo, una vez que se vende la idea, ¿qué ocurre cuando una representación es más idílica que la propia realidad? para nosotros quizás es un tema un tanto controvertido, ya que en BZ arquitectura uno de los diferentes servicios que ofrecemos es la edición de renders 3D, y concebimos los renders como una imagen de un proyecto antes de que esté ejecutado para poder aproximarnos lo máximo al proyecto arquitectónico, ya sea con diferentes pruebas de materiales o tratando de ensalzar la idea principal del proyecto mediante una imagen retocada por Photoshop. Virtual vs Real.
Hemos visto muchas representaciones ostentosas y glamurosas que atraen inmediatamente la atención. Por ejemplo un render donde el clima es absolutamente perfecto, el destello del sol a través de una fachada de cristal, donde toda la gente que rodea la imagen parece estar situada en el lugar preciso, y al final el propio render es más elocuente que la arquitectura que lleva implícita el proyecto. A nosotros este tipo de renders nos gustan, pero también nos gusta ver el resultado más aproximado posible a la realidad del futuro proyecto. Leer artículo completo
